domingo, 12 de octubre de 2008

Para tener qué copiar

Saludos, amici pennae calamique...

Como escribano sé lo difícil que resulta encontrar el texto adecuado para transcribir; un texto lo suficientemente largo como para poder constituir un libro y lo suficientemente corto para que no nos cansemos mucho. En mi caso, además, me gusta usar textos originales, en su versión original quiero decir...

Bien, pues he encontrado una biblioteca genial de textos latinos (sobre todo medievales) que pueden servir muy bien como punto de partida para cualquier proyecto librario:
Están los tratados de los grandes teóricos de la edad media, desde Tomás de Aquino, Isidoro de Sevilla o Guido d'Arezzo hasta autores y escritos del siglo XX, y casi todo en latín.
Creo que me voy a poner a transcribir el Micrologus de Guido Aretinus. Coged el que mejor os parezca!

Hasta la próxima...

Servus Titivillus

lunes, 19 de mayo de 2008

RAISED GILDING (Calligraphy) PART 1

Saludos de un Siervo de Titivillus

El link de este video me ha llegado por una lista de correo yahoo sobre caligrafía. Habla de cómo aplicar, pulir y utilizar el gesso (intentaré poner alguna receta, pero en la Red de Redes las hay) para aplicar pan de oro en relieve.

Es bastante instructivo sobre todo por aquello de que una imagen vale más...

Espero que ucedes lo disfruten

Saludos

RAISED GILDING ( Part 2)

Segunda parte, espero que se vaya entendiendo de qué va la cosa

RAISED GILDING (Part 3)

Y la tercera parte. A aprender!!!

martes, 26 de febrero de 2008

Llamamiento

¡Escribanos del Mundo!

Desde este humilde y solitario scriptorium quiero realizar un llamamiento a todos cuantos amáis la caligrafía antigua y medieval. Nuestra disciplina crece y se desarrolla en base a la investigación personal así como a la difusión de esos consejos personales. Por ello os propongo la creación de un foro o de una lista de correo para intercambiar preguntas y consejos, trucos y técnicas que nos ayuden individual y colectivamente a alcanzar nuestros medios.

Yo siempre he sido más de pluma y tintero que de teclado. De Internet entiendo lo justo y necesario para comunicarme tímidamente con el no tan grande mundo exterior. Es por ello que no he desarrollado la idea personalmente: me veo incapaz.

servustitivillus@yahoo.es

A vuestra disposición queda esta dirección de email para comunicarme cualquier idea sobre este tema.

Se despide esperanzado este humilde siervo de Titivillus

lunes, 3 de diciembre de 2007

Reseña del demonio patrón

Saludos desde mi humilde scriptorium


No pocas veces he mencionado al patrón de los escribanos, no santo sino diablo (privilegio o maldición que sólo disfrutamos los amanuenses) Titivillus. Aquí tenéis una versión de su historia. Como amanuense, me he limitado a copiar el texto, sin incurrir en el grave pecado de contaminar la historia con pensamientos o ideas particulares. Huelga decir que todo error hallado en ella será inspirado por nuesto querido y maldito patrón.

Los monjes medievales bautizaron con el nombre de Titivillus a un diablillo encargado de introducir errores u omisiones en los textos que escribas (copistas y calígrafos) llevaban a cabo durante sus trabajos de copia de libros.

El origen de Titivillus se pierde en la noche de los tiempos y ha tenido éste apariencias distintas según las épocas. Ya en el siglo IV se decía que ese diablillo recorría los monasterios cristianos de Egipto, con el ánimo de anotar los pecados que veía eran cometidos.

También era tarea de Titivillus anotar los nombres de aquellos monjes que perdían la concentración durante la celebración de oficios religiosos, entendiendo que esa pérdida de concentración podía manifestarse de distintas formas: mediante errores en la lectura de las sagradas escrituras o cantos, o si uno era oyente, no prestando la debida atención por estar contando chismes al vecino. Sea como fuere, la pérdida de concentración en las oraciones era pecado y Titivillus tomaba buena nota de ello.

En otras épocas el diablillo era portador de un saco y tenía, por obligación, que llenarlo mil veces al día con los errores que encontrara (o pecados descubriera).

Siempre, y eso es común a todas las épocas y representaciones del diablillo, Titivillus bajaba a los infiernos e informaba de los pecados y del monje que los había cometido al mismísimo Demonio y éste los anotaba en un gran libro a la espera del día del Juicio Final.

Durante el siglo XV la demanda de libros se multiplicó de tal manera, que los monjes copistas no daban abasto. Era tal la cantidad de textos solicitados por las universidades y tal el exceso de trabajo, o sobrecarga a la que eran sometidos los copistas, que los errores ortográficos u omisiones aparecían por doquier. Es en ese momento cuando Titivillus ya no anota los errores o pecados que descubre, sino que es el inductor de los mismos, tentando a los monjes para que los cometan a cambio de eximirlos de la culpa. La excusa perfecta acababa de llegar y así de este modo se convierte en patrón de escribas, copistas y calígrafos, puesto que todos los errores u omisiones se consideraban inducidos o cometidos por Titivillus.

Esta es la leyenda, y alguna que otra nimia variación sí que he introducido. Que el Altísimo se apiade de mi alma...

jueves, 15 de noviembre de 2007

Buscando materiales


Hola de nuevo

Muchas veces nos desanimamos en el momento de buscar materiales para nuestros trabajos. Sean herramientas, pigmentos o soportes, la búsqueda suele ser bastante infructuosa.

Las plumas y plumillas son uno de los mayores problemas. Es bastante difícil encontrarlas, y cuando encontramos una su apariencia de objeto de colección y su consiguiente precio imposibilitan a veces que nos las compremos. Lo más práctico es buscarlas en tiendas de regalo, papelerías artísticas o directamente tiendas de arte. La alternativa perfecta, los cálamos (plumas de caña) y las plumas de ave. Ambas se cortan prácticamente igual; las cañas de bambú aguantan más en mi opinión que las de cañaveral mediterráneo. Podemos sacarlas de su planta o, en unas malas, comprarlas en tiendas de jardinería o similar. Las mejores plumas de ave son las de pavo, ganso u oca, pero no se deben desdeñar plumas encontradas enla playa, el bosque o una granja. Un servidor ha llegado a comprar un penacho de plumas de un disfraz de indio para utilizar las quince que traía (comprobar antes la dureza del cañón, el grosor, etc.). Las posibilidades son infinitas.

La tinta negra, la más usual , la suelen tener en casi cualquier papelería (el clásico tintero Pelikan de tinta china). Para otros colores lo mejor es comprar témpera de cierta calidad y diluírla hasta adquirir la consistencia adecuada. Publicaré algo sobre la fabricación artesanal de tintas. O lo intentaré...

En cuanto a papeles y soportes, más difíciles de localizar, suelen hallarse los más simples (papeles de diferente gramaje y textura, papel pergamino) en tiendas de arte. El pergamino de verdad es, además de mucho más caro, más difícil de encontrar. En Andalucía sé que hay una tienda en Fuengirola (Ideas Rústicas o algo así). En Madrid tengo entendido que tembién se puede encontrar, y supongo que la tienda de caligrafía Alcuino de Urueña (Valladolid) también tendrá algo. Para lo demás lo más aconsejable es dirigirse a la capital más cercana y buscar hasta dar con papelerías artísticas que podrán vendernos otro tipo de papel (artesanal, de colores, barbados, con más texturas...) y siempre queda la opción de la cartulina de color.

En fin, espero haber resuelto algún que otro quebradero de cabeza.

Se despide afectivamente... ST